MÉRIDA, MÁS ALLÁ DE UNA CIUDAD DE CABALLEROS

Jeniffer Borrero

Más que frailejones, clima de páramo, vida universitaria y ciudad de caballeros; Mérida tiene para el disfrute de muchos, sin importar la edad, grandes atracciones científicas.

Mérida como paraíso tecnológico ofrece a turistas y propios, grandes y modernos centros científicos como el Observatorio Astronómico Nacional del Llano de Hato, el Jardín Botánico de la Universidad de Los Andes, el Parque Zoológico Chorros de Milla, el Museo de Ciencia y Tecnología y el Jardín Acuario, por mencionar algunos.

El Observatorio fue ubicado en el sector Llano de Hato debido a la nula contaminación lumínica y atmosférica en la zona.
El Jardín Botánico tiene una extensión de 44 hectáreas y sólo ocho están abiertas al público. En 1996 cuando se formó era sólo de uso estudiantil para la Universidad y ya para el año 2000 fue inaugurado al público en general.
Bordeando el Museo de Ciencia y Tecnología está la laguna La Rosa, hogar de patos, peces y otros animales, siendo la única laguna natural en la ciudad de Mérida.

Comenzando con el Observatorio, informa Jadelytzech Salcedo, guía del centro, que data en proyecto desde 1950 por Eduardo Roll para lograr así su construcción en la localidad de Apartaderos en el año 1974 con piezas de Alemania y mano de obra venezolana.
Se encuentra a una altura de 3600 msnm y consta de cuatro grandes telescopios en diferentes cúpulas llamadas el Gran Refractor, Telescopio Schmidt, Telescopio Reflector y el Astrógrafo Doble; contando con el auspicio del Centro de Investigaciones Científicas (CIDA).
Asimismo, debido a su altura, provoca en algunos visitantes problemas respiratorios debido a la baja de oxígeno y disminución de temperatura, puesto que en un intervalo de tres horas, 6:30pm a 8:50pm, descendió de siete grados a menos cuatro Celsius.
Cabe destacar que lo que también se conoce como el Astrofísico de Mérida, recibe a los visitantes hasta las seis de la tarde, ya que el recorrido de las cuatro cúpulas se hace en carro y la actividad lleva más de tres horas, sin tomar en cuenta las dos horas subiendo y dos bajando a la ciudad de Mérida.
Siguiendo con el Jardín Botánico, una de las guías que podrá orientar el recorrido es Joselyn Rivero. Ella explica cada uno de los tipos de plantas que conforman el lugar, como el bosque caducifolio tropical de zona seca con árboles de más de 18 años; que aunque en apariencia juvenil de troncos delgados, tienen ese tiempo de vida, sólo que su aspecto débil se debe a la adaptación de la zona de clima lluvioso como el Jardín Botánico.
De igual manera se encuentra el Bosque Selva Nublada con árboles altos y tierra seca donde uno compite con el otro para buscar aire y luz a mayor altura. En muchos de estos árboles viven las bromelias, que siendo epífitas se alimentan mutuamente. También habita la semilla de la canopla, usada antiguamente por los indígenas de la zona como pintura natural, ya que al desconchar dicha semilla queda un líquido rojo, similar a la sangre por la pigmentación de la misma.
La zona de bromelias, el jardín de plantas útiles y medicinales; con muestras de manzana criolla, limón, piña, valeriana, bambú, chingo biloba, cidra y flor de arelis, entre muchas más, deleita a turistas por la presencia de flores exóticas.
Así como el jardín xerofítico y el acuático con sus lagunas orientales que dan vida a peces y plantas carnívoras como la Ultricularia que se alimenta de insectos, micro organismos, hongos y bacterias.
En el Museo de Ciencia y Tecnología, dirige la visita Humbert Barboza, quien habla de las diferentes salas que conforman el lugar, como El mundo de las manos, en técnicas de origami; El Jardín de la Abuela; Patos de Torrente y Ecos del Pasado, con la exhibición de diferentes clases de dinosaurios como el Tyrannosaurus Rex y el Elimosaurus, ubicado en la laguna Las Rosas.
Lo que antiguamente era una central azucarera, hoy día conforma dentro del Museo, la muestra titulada Enigmas de la Tierra, donde Kayla Albornoz guía el recorrido.

En contacto con la fauna
El Parque Zoológico Chorros de Milla, ubicado al final de la avenida del mismo nombre, ofrece la exhibición de aves como el Cóndor de los Andes, el Águila Real llamada Caricary que se encuentra en cuarentena, el Perico Cabecirrojo, entre otros.
De igual manera muestra al Venado Paramero y el Caramerudo; un Jaguar de seis años llamado Zeus; un Cunaguaro de siete años con el nombre de Domingo; y Cairo, el León de seis años, así como el Gato Montés y el Margay.
Comenta Danny Sampero, quien funge como guardaparques, que a los felinos se les alimenta día por medio entre 10 a 14 kilos de carne. Al Oso Frontino llamado Coco quien fue decomisado de un circo, con cinco años en el zoológico y aproximadamente 19 años de vida, se le da de comer dos kilos de cambur al día, un kilo de guayaba, bromelias; y cada día por medio, le dan tres litros de miel de abeja.
Hay además Dantas, Patos, Monos, Chivos, Cabras, un Zorro, Tortugas y un área de Culebras con un precio de entrada por persona de un bolívar adicional a los tres bolívares por entrar al parque.
Vale acotar que hay un área en remodelación en Chorros de Milla, que servirá como jaula para Coco y Zeus, puesto que donde están en el presente, es muy pequeño el lugar en cuanto a espacio.

Mérida de la mano con la comunicación
La Universidad de Los Andes aporta al Estado la señal de una televisión y una emisora radial. Ellas son ULA Tv y ULA Fm, ambas con personal técnico y capacitado, formados en su mayoría por la misma casa de estudio.
Por ULA Tv se encuentra Carmen Betancourt quien es la coordinadora e informa la labor que el grupo de trabajo aporta en la programación variada que brindan para informar a los merideños. Y por ULA Fm, un productor general llamado Jacobo molina, dice que se mantienen en constante programación con Táchira y Trujillo en la programación en vivo.
De igual manera, está Luis de San Martín, que siendo jefe de prensa de la Universidad, en sus tres sedes, trabaja junto a su equipo en el diseño y acceso al sitio web tanto para los profesores como el estudiantado.